¡ Hola a todxs! hemos encontrado un artículo muy interesante de Adrián Cordellat (2023) “La rutina de una dieta saludable: una materia escolar urgente”, relacionado con el tema seis que hemos dado en clase.
Cordellat afirma que somos lo que comemos y que es importante concienciar a lxs niñxs desde muy pequeñxs para contrarrestar estos índices crecientes de obesidad y evitar en lo posible enfermedades graves directamente relacionadas con la alimentación. Según los datos de la Iniciativa Europea de Vigilancia de la Obesidad Infantil (Cosi), España es el tercer país con mayor prevalencia de sobrepeso y el cuarto en obesidad en una clasificación de la que forman parte 33 países europeos.
Además de esto afirma que para muchas familias, la falta de tiempo en un mundo estresante y apresurado es la razón principal por la que utilizan productos menos saludables para el desayuno, el almuerzo y las meriendas. No es tan difícil cambiar chocolate por un pedazo de fruta, falta mucha información.
Como hemos dado en el tema es fundamental que los niñxs tengan unos buenos hábitos saludables, y esto debe realizarse mediante las familias y en la escuela, hemos de concienciar, dar charlas y sobre todo ser ejemplo. Lxs niñxs se basan en la imitación, si ven a sus referentes hacer unas cosas ellxs también las harán.
El propio centro debe ofrecer una buena alimentación en el comedor, promover esta alimentación en casa y unos buenos hábitos.
¿Qué se os ocurre a vosotrxs que podemos hacer como futuros docentes para bajar el porcentaje de obesidad y enfermedades?
La escuela es uno de los lugares más adecuado donde podemos tratar de bajar el porcentaje de obesidad y enfermedades. Lxs docentes desempeñamos un gran papel en la educación de lxs niñxs y somos nosotrxs quienes podemos ayudar a reducir este gran problema informándolos acerca de la alimentación y educando los hábitos saludables, además de promover y facilitar el desarrollo del ejercicio físico, pero ¿cómo podemos hacerlo? Mediante charlas con gente especialista en estos temas que puedan concienciar al alumnado de la importancia de comer bien y tener buenos hábitos. Además, fomentando el hecho de ir andando o en bicicleta al colegio.
ResponderEliminarUna cosa que también me gustó mucho cuando hice las prácticas y no solo lo vivencié en Educación Infantil, sino también en Educación Primaria fue que había dos días de la fruta, en la cual dos días a la semana llevaban fruta para el almuerzo. De esta manera, tal vez no evitemos el consumo de bollería y comida basura pero sí lo reducimos en el horario escolar.
Añadir también que en edades tempranas no son lxs niñxs quienes controlan su alimentación, sino las madres y los padres, por lo que pienso que también es muy importante concienciar a estxs también mediante charlas y talleres porque a fin y al cabo, son estxs quienes alimentan a sus hijxs, y es ahí por donde hay que empezar.
He encontrado el artículo Romero, S. (2013) que os puede parecer interesante. Se trata de una propuesta de intervención para que lxs niñxs adquieran poco a poco el hábito de la alimentación y aplicarlo de manera activa en su propia casa mediante rutinas y actividades.
Referencias bibliográficas:
Romero Romero, S. (2013). Promoción de hábitos alimentarios saludables desde la escuela.
Andrea Requena
ResponderEliminar¡Hola chicxs!
Después de haber leído vuestra entrada sobre los altos índices de obesidad infantil en nuestro país debido a una mala alimentación y respondiendo a vuestra pregunta, concluyo con lo siguiente:
Como mencionáis, considero que como docentes tenemos un papel muy importante en lo que respecta a actuar como figura modelo y de esta forma, dar ejemplo a través de nuestra alimentación y hábitos alimenticios. Además, pienso que desde las aulas podemos proporcionar aprendizajes significativos en lo que respecta a nutrición, deporte y hábitos saludables para que entiendan los beneficios que conlleva cuidar la alimentación y el propio cuerpo. Tampoco se deben olvidar los factores psicológicos, ya que la salud mental va unida en ocasiones con la forma de alimentarse que tienen los niños y las niñas. Ya que desconocemos las familias de nuestro alumnado y la información sobre este tema que se les va a proporcionar, tenemos la oportunidad y el deber de trabajar una dieta equilibrada así como el conocimiento de la misma. Por otra parte, dar la debida importancia a la coordinación escuela-familia en este ámbito, ya que también es fundamental compartir con ellos y ellas dichos aprendizajes significativos. Ambos agentes, familia y escuela, deben buscar lo mejor para los infantes, y por ello debe existir una coordinación así como unas ideas comunes.
Para finalizar, siguiendo las ideas del blog del Hospital Quirónsalud, debemos tener en cuenta: no tratar alimentos como castigo o premio, para así no categorizarlos, hacerles partícipes de su alimentación diseñando los menús, presentar de forma atractiva los alimentos, evitar picoteos, proporcionar alimentación variada, etc.
Jódar.E. (2023). Nutrición saludable en la infancia. Hablemos de nutrición.
Tanto la escuela como el hogar de un niñx, son los lugares más importantes para educarle y fortalecer sus conocimientos. Por ello, nosotros como futurxs docentes debemos informarles e inculcarles buenos hábitos saludables para que crezcan fuertes y sanos, teniendo una dieta rica y equilibrada.
ResponderEliminarAsimismo, en la escuela para poder bajar este tipo de porcentaje de obesidad realizaremos charlas para las familias, para que ellxs estén informadxs sobre qué clase de alimentos son los adecuados para la alimentación y la salud de sus hijxs. Además, también llevaremos a cabo actividades con el alumnado trabajando todo tipo de alimentos, por ejemplo, llevar alimentos para que puedan tocarlos y palparlos como frutas y verduras, como realizar ejercicios físicos para ejercitar el cuerpo humano. Así, fomentaremos una alimentación adecuada y el cuerpo mediante el movimiento.
Por otra parte, según C. Azcona, A. Patiño, M.Ramos, E. Ruza, S. Raggio , L. Alonso (2017) nos comentan que el 30% de los niñxs afectados por la obesidad, ambos padres también lo son . Así pues, se estima que el 25-35% de los casos de obesidad ocurre en familias en la que el peso de los familiares es normal, aunque el riesgo es perjudicial si los padres son obsesos. Por esta razón, el riesgo de obesidad de un infante es 4 veces mayor si uno de sus padres es obeso y 8 veces mayor si son obesos los dos.
Azcona, C., Patiño, A., Ramos, M., Ruza, E., Raggio, S., & Alonso, L. (2000). Obesidad infantil. Revista de Medicina de la Universidad de Navarra, 29-44.
Tanto la escuela como el hogar de un niñx, son los lugares más importantes para educarle y fortalecer sus conocimientos. Por ello, nosotrxs como futurxs docentes debemos informarles e inculcarles buenos hábitos saludables para que crezcan fuertes y sanos, teniendo una dieta rica y equilibrada.
EliminarAsimismo, en la escuela para poder bajar este tipo de porcentaje de obesidad realizaremos charlas para las familias, para que ellxs estén informadxs sobre qué clase de alimentos son los adecuados para la alimentación y la salud de sus hijxs. Además, también llevaremos a cabo actividades con el alumnado trabajando todo tipo de alimentos, por ejemplo, llevar alimentos para que puedan tocarlos y palparlos como frutas y verduras, como realizar ejercicios físicos para ejercitar el cuerpo humano. Así, fomentaremos una alimentación adecuada y el cuerpo mediante el movimiento.
Por otra parte, según C. Azcona, A. Patiño, M.Ramos, E. Ruza, S. Raggio , L. Alonso (2017) nos comentan que el 30% de los niñxs afectados por la obesidad, ambos padres también lo son . Así pues, se estima que el 25-35% de los casos de obesidad ocurre en familias en la que el peso de los familiares es normal, aunque el riesgo es perjudicial si los padres son obsesos. Por esta razón, el riesgo de obesidad de un infante es 4 veces mayor si uno de sus padres es obeso y 8 veces mayor si son obesos los dos.
Referencia bibliográfica:
Azcona, C., Patiño, A., Ramos, M., Ruza, E., Raggio, S., & Alonso, L. (2000). Obesidad infantil. Revista de Medicina de la Universidad de Navarra, 29-44.
¡Hola a todxs! Tras haber leído vuestra publicación y reflexionado sobre el gran problema que existe en España con el alto índice de obesidad y enfermedades en cuando a la población infantil, puedo concluir que estoy de acuerdo con vosotrxs. Considero que nuestro trabajo es crucial para nuestro alumnado, principalmente en la educación infantil y primaria, ya que esos años son decisivos para crear una base estable donde seguir implantando los ideales, conocimientos, gustos y, en general, su posterior desarrollo, tanto físico como personal.
ResponderEliminarEs por ello por lo que “La alimentación es el factor externo más determinante en el crecimiento y desarrollo del individuo a lo largo de la infancia. En la edad escolar los niños/as son muy sensibles y por tanto es muy importante garantizar una buena nutrición e instaurar las bases que promocionen la salud mediante la alimentación y un estilo de vida saludable. La mal nutrición afecta en el rendimiento escolar de los niños/as, por lo que desde la escuela se puede y debe favorecer la adquisición de estilos de vida saludables”. (Pérez, 2008, citado en Caro, 2019, p. 4).
Además de la gran importancia que tiene el tema de la alimentación saludable, es muy importante estudiar y trabajar esta de una manera continua ya que, por el contrario, esto no serviría de nada.
Contestando a vuestra pregunta, creo que podríamos hacer descender ese índice tan elevado explicándoles desde pequeñxs lo beneficioso y perjudicial de cada tipo de alimentación. Además, podemos realizar actividades, talleres (en los que impliquemos a las familias), incluso excursiones continuas que motiven a nuestro alumnado a querer conocer más sobre este tema. A su vez, una de las cosas más importantes que debemos hacer, ya no solo lxs docentes sino lo adultxs en general, es dar ejemplo a lxs más pequeñxs sobre lo que es llevar a cabo una alimentación saludable, ya que somos su ejemplo a seguir.
Eso sí, el papel de las familias es fundamental, puesto que no podemos hacer todo el trabajo nosotrxs, es decir, no sirve de nada inculcar unos hábitos y conocimientos saludables en la escuela y que luego, cuando lleguen a casa, las familias no se impliquen con la causa y, por facilidad, proporcionen a lxs niñxs bollería, refrescos, fritos, zumos, en definitiva, alimentos no saludables. Y ya no solo la alimentación, sino también pueden afectar las pocas horas de sueño o la falta de ejercicio físico. Para reducir esta posibilidad, se podrían realizar charlas donde se explique la gran importancia de una buena alimentación y, en caso de no tenerla, los grandes problemas que esto puede acarrear a nuestra salud, tanto en el presente como en un futuro.
Bibliografía:
Caro Babiano, Á. (2019). Importancia de la alimentación saludable en Educación Infantil.
¡¡Buenas tardes!!
ResponderEliminarLa alimentación siempre se ha considerado importante ya que es uno de los pilares fundamentales de la salud. Aunque somos conscientes de ello, seguimos con unos malos hábitos.
Como docentes debemos encaminar a los más pequeños a una vida más saludables, del mismo modo que hacer llegar a las familias información sobre ello. Ya que, España es un país dónde poco a poco los niños y niñas de edades tempranas tienen sobrepeso a causa de una mala alimentación. Es por eso, que en las escuelas la alimentación de los comedores tiene que ser validadas por un nutricionista, y el mismo menú para el comedor debería ser utilizado en casa, así las familias no repiten comidas y los niños y niñas como mejor.
Además, a parte de la buena alimentación debemos incluir actividades de movimiento para una mejor salud. Como comenta la Organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación (FAO, 2005), “jugar juntos, elegir alimentos saludables, participar en actividades sociales y culturales son signos y causas de salud y bienestar. Y que la alineación y el aislamiento de la comunidad y de su vida y costumbres pueden conducir a problemas de salud física, mental y social.
Por tanto, como docentes durante la infancia somos determinantes para reducir las cifras de la mala alimentación, aportando al alumnado buenos hábitos alimenticios que puede estar incluidos en actividades realizadas en el aula.
Referencias biblioráficas:
FAO (2005). Nutrition education in Primary Schools. Vol. 2: The Activities. Roma, Italia: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Recuperado el 12/05/2020 de: https://resourcecentre.savethechildren.net/node/13227/pdf/nutrition_education_in_pri mary_schools-activities.pdf
ResponderEliminarMe gustaría hablar sobre mi experiencia personal con el tema de la alimentación en mi infancia, y es que me he dado cuenta de que hoy en día hay muchísima más información sobre los alimentos y la nutrición gracias a internet y a profesionales que utilizan las rrss para divulgar. Cuando yo era pequeña había mucha desinformación sobre este tema, no entendíamos la alimentación como nutrición. Mi madre siempre ha cocinado de manera saludable y variada, pero por ejemplo por las tardes cuando venía a recogernos al colegio a mi hermano y a mí, muchas veces nos traía para merendar zumos preparados, galletas o snacks ultraprocesados. Estoy segura de que si existiese la información que hay hoy en día hubiese elegido otro tipo de alimentos.
Por otro lado, cuando cursé el grado medio en una asignatura de nutrición nos mostraban la pirámide de los alimentos como guía para una buena alimentación, ahora esta está desfasada.
Por otro lado, respondiendo a vuestra pregunta pienso que como vosotros bien habéis escrito los adultos tenemos un papel muy importante con nuestro ejemplo. Además, la fomentación de hábitos saludables en las escuelas donde los niños y niñas pasan gran parte de su tiempo debería ser una norma. Asimismo, pienso que habría que darles una vuelta a los menús que se ofrecen en los centros e incluir a la figura de profesionales de la nutrición para la realización de estos.
Alberto Collado Tortosa
ResponderEliminar¡Gran entrada!
Me gustaría comentar que la educación alimentaria es un aspecto fundamental para el desarrollo integral de lxs niñxs en edades tempranas. Se trata de enseñarles a reconocer los alimentos saludables y a disfrutar de una dieta equilibrada y variada, que les aporte los nutrientes necesarios para su crecimiento y su bienestar físico y mental. Es una herramienta esencial para combatir la malnutrición, tanto la desnutrición como la sobrealimentación (De La Cruz, 2012 y 2015).
Por demás, la educación alimentaria no solo implica transmitir conocimientos sobre los grupos de alimentos, las raciones adecuadas o la pirámide nutricional, sino también fomentar hábitos alimenticios positivos, como el respeto por la diversidad cultural y gastronómica, el consumo responsable y sostenible, la higiene y la seguridad alimentaria, el placer de comer y compartir la mesa con otros, y la prevención de trastornos alimentarios (Alzate, 2006; Barrial y Barrial, 2012; ; Rodrigo-Cano et al., 2016; Russo, 2020).
Sin lugar a duda, la educación alimentaria debe comenzar desde los primeros años en educación infantil, ya que es en esta etapa cuando se forman las preferencias y los gustos alimentarios, así como las actitudes y los valores relacionados con la alimentación, viéndose especialmente influenciados por los ambientes familiar y escolar (Barrial y Barrial, 2012; De La Cruz, 2015; Anaya-García, y Álvarez-Gallego, 2018).
Siguiendo a Alzate (2006) y Barrial y Barrial (2012), la educación alimentaria en educación infantil requiere de una metodología activa, lúdica y participativa, que involucre a lss niñxs en actividades prácticas y significativas, como visitar un huerto o un mercado, elaborar recetas sencillas, crear un menú saludable, jugar con los alimentos o leer cuentos sobre la alimentación . Asimismo, es importante contar con la colaboración de las familias, que también deben estar formadas, y el entorno escolar, para reforzar el mensaje educativo y garantizar la coherencia entre lo que se enseña y lo que se vive en el día a día (Barrial y Barrial, 2012; De La Cruz Sánchez, 2015; Rodrigo-Cano et al., 2016; Russo, 2020).
Para finalizar, me gustaría añadir que la educación alimentaria es una inversión para el futuro, ya que contribuye a mejorar la calidad de vida de lxs niñxs, a prevenir enfermedades crónicas asociadas a una mala alimentación, como la obesidad, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares e incluso influye en el desarrollo cognitivo, lo que influye en el rendimiento académico (Barrial y Barrial, 2012; De La Cruz Sánchez, 2015; Russo, 2020). Asimismo, se debe promover una cultura alimentaria más respetuosa con el medio ambiente y la sociedad. Por ello, es imprescindible implementarla desde los primeros años en educación infantil, para sentar las bases de una alimentación saludable y consciente (Barrial y Barrial, 2012).
Referencias
EliminarAlzate, T. (2006). Desde la educación para la salud: Hacia la pedagogía de la educación alimentaria y nutricional. Perspectivas en Nutrición Humana, (16), 21-40.
Anaya-García, S. E. y Álvarez-Gallego, M. M. (2018). Factores asociados a las preferencias alimentarias de los niños. Revista eleuthera, 18, 58-73. https://doi.org/10.17151/eleu.2018.18.4
Barrial, A. M. y Barrial, A. M. (2012). La educación alimentaria y nutricional desde una dimensión sociocultural como contribución a la seguridad alimentaria y nutricional. Contribuciones a las Ciencias Sociales, 13, 1-27.
De La Cruz, E. E. (2012). Modelo teórico: Cristal de agua, para el abordaje de la Educación Alimentaria y Nutricional en Educación Inicial. Revista de Investigación, 36(77), 11-34.
De La Cruz, E. E. (2015). La educación alimentaria y nutricional en el contexto de la educación inicial. Paradígma, 36(1), 161-183.
Rodrigo-Cano, S., Soriano, J. M., y Aldas-Manzano, J. (2016). Valoración de la efectividad de la educación alimentaria en niños preescolares, padres y educadores. Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, 20(1), 32-39. https://dx.doi.org/10.14306/renhyd.20.1.182
Russo, S. (2020). La educación alimentaria de los niños. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 1(1), 517-528.
María Caballero Martínez
ResponderEliminar¡Hola chicos y chicas!
Me gustaría hablar y hacer mención sobre la importancia de la educación en salud, resulta fundamental para promover el bienestar y el desarrollo integral de los niños y niñas, tratando diferentes aspectos, como la higiene personal, la alimentación saludable, el cuidado del cuerpo y la prevención de enfermedades… entre otros.
Realmente nosotros y nosotras como futuros/as docentes, mediante las actividades y recursos podemos educar en salud y bienestar mediante material didáctico y guías prácticas para enseñar a los niños sobre estos temas de manera lúdica y participativa.
La educación para la salud no solo se limita a la transmisión de conocimientos, sino que también fomenta el desarrollo de habilidades y actitudes saludables, las cuales promueven el autocuidado, el respeto por el cuerpo y la importancia de adoptar hábitos saludables desde temprana edad. Estas habilidades son fundamentales para que los niños puedan cuidar de sí mismos y tomar decisiones responsables en relación con su salud.
Aquí dejaré un enlace en el cual se proporciona herramientas para enseñar a los niños sobre diversos aspectos relacionados con la salud de manera lúdica y participativa:
https://www.unicef.es/educa/biblioteca/educacion-salud-actividades-recursos
Referencia bibliográfica:
https://www.unicef.es/educa/biblioteca/educacion-salud-actividades-recursos
Buenas tardes!
ResponderEliminarComo docente para evitar la obesidad y los malos hábitos saludables deberíamos incluir en el calendario semanal días en los que lxs niñxs deberían comer fruta por ejemplo e intentar que esa fruta la proporcionara el propio colegio ya que sin ayuda a veces es muy complicado dar solución a ciertos problemas. También haría charlas con los padres para enseñarles a mirar la información nutricional de los productos y mostrarles datos de muerte por esta enfermedad.
Existen muchas medidas para poder evitar que los niños tengan sobrepeso y poder mejorar su salud, pero por muchas medidas que se tomen si los propios padres de lxs niñxs no contribuyen es prácticamente imposible solucionar este problema. En mi experiencia en las practicas no recuerdo ni a un solo niño que al menos almorzara dos días a la semana algo saludable. Como mucho el día de la fruta algún niño traía una pieza de fruta y ya. Los padres estaban avisados de que había un día a la semana para que almorzaran fruta y aun así seguían dándoles galletas, papas, chuches para almorzar y en este caso mientras el niño no es consciente el problema es de los padres.
Buenas chicxs. Tal y como decís vosotros en vuestro blog, es de vital importancia concienciar a los niños y las niñas desde que son pequeñxs para contrarrestar los índices de obesidad que crecen a diario y evitar, en la medida de lo posible, enfermedades graves directamente relacionadas con la alimentación. Por esta misma razón, es muy importante trabajar los hábitos saludables desde la etapa de educación infantil, tanto en lo relacionado con la alimentación como en lo referente al deporte y la salud.
ResponderEliminarActualmente, creo que los niños están mucho más concienciados y mantienen mejores hábitos en comparación a hace unos años atrás. Hoy en día, la gran mayoría de los niños y niñas acuden a una extraescolar para realizar algún tipo de ejercicio físico, ya sea más competitivo o por diversión; en las casas la gente intenta mantener na dieta más equilibrada y, aunque a veces se peque de comidas preparadas, muchas veces se intenta al menos comprar dicha alimentación en tiendas donde esa comida se prepara al día y es casi como si se cocinara en casa; finalmente, sobretodo dentro del cole, los hábitos saludables relacionados con la salud cada día están más vigentes (sobre todo tras la pandemia), pues todos los niños y niñas se lavan las manos diversas veces al dia y están mucho más concienciados de la importancia que esto tiene.
Finalmente, comentar que la propia sociedad está más concienciada y sabe cuál es la importancia de mantener dichos hábitos saludables desde una edad temprana, y esto se muestra con los proyectos que se realizan en los pueblos y las ciudades sobre ir caminando o en bici a la escuela, así como con el día de la fruta.
Referencias:
Piñeiro, R.S. (2018). Los proyectos de caminata rumbo a la escuela para el conocimiento del entorno y favorecer actitudes y hábitos saludables desde educación infantil. Educación, 27(53), 177-202.
María Cristina Vilata Cardo.
ResponderEliminar¡Hola a todxs!
Teniendo en cuenta mi experiencia en las prácticas, el centro escolar donde las hice era promotor de la actividad física y del deporte, por lo que, todo lo que engloba la alimentación y los hábitos saludables era fundamental en cuanto a la enseñanza de los niños y niñas en el día a día.
En primer lugar, para evitar la obesidad infantil es esencial que en el comedor escolar se promueva la alimentación sana y saludable, introduciendo todo tipo de hidratos de carbono, proteínas y grasas en la dieta. Así pues, tampoco hay que restringir cierto tipo de comida, pero, sin embargo, es conveniente que se haga uso de ella en su justa medida.
Después, otro evento a destacar es el día de la fruta, el cual era le miércoles, donde cada alumnx del colegio debía traer al menos una pieza de la misma. Con ello se incita a los individuos a que coman desde pequeños comida saludable.
Y, por último, se hacían talleres de comida con todos los niños y niñas, donde las actividades propuestas eran alrededor de la nutrición adecuada, para que sean conscientes de lo importante que es tratar todo ello en la vida diaria.
En definitiva, establecer una dieta desde la infancia es imprescindible para un adecuado crecimiento desarrollo intelectual y físico de los menores teniendo beneficios tanto a corto como a largo plazo, aumentando la salud y la calidad de vida (Paz Lugo, 2015)
Referencias:
Paz Lugo, P. (2015). Alimentación, Higiene y Salud. Manual para maestros. La Rioja: UNIR.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa alimentación saludable es un tema muy importante que se debe trabajar y estudiar de forma continua. Para ello es necesario que se trate desde una temprana edad para que los niños y niñas adquieran unos adecuados hábitos alimenticios y así evitar enfermedades como la obesidad o la anorexia. Se debe dar a la alimentación la importancia que realmente tiene y trabajarla desde dos ambientes muy distintos como lo son la escuela y la familia.
ResponderEliminarNo cabe duda que las familias son un pilar fundamental para trabajar este aspecto. por lo que es necesaria su colaboración junto con el colegio, trabajar de forma cooperativa. El objetivo principal es el fomento de una alimentación sana dentro del aula de Educación Infantil. Para ello sería ideal establecer una serie de actividades a través de las cuales se trabaja la alimentación saludable de una forma divertida, activa y participativa tanto por parte del alumnado como por parte de las familias, haciéndoles así partícipes de su propio aprendizaje.
Os dejo este TFG donde podéis encontrar muchas actividades para trabajar y mejorar los hábitos saludables en el aula, ¡un saludo compis!
Caro Babiano, Á. (2019). Importancia de la alimentación saludable en Educación Infantil.